Una vez, una Liebre se burlaba de la lentitud al caminar de una Tortuga, sin embargo, esta no se quedo callada, y defendiéndose dijo a la Liebre:

"Puede que seas muy veloz amiga Liebre, pero, estoy muy segura que te ganaría en una carrera."

La Liebre, sorprendida por aquello, aceptó el reto sin pensarlo dos veces, ya que estaba muy segura de que ganaría a la Tortuga hasta con los ojos cerrados.

Ambas pidieron a la Zorra que sea el Juez, y que señale el camino y la meta. Cuando llegó el esperado momento de la carrera, y a la cuenta de tres, inició la carrera de la Liebre y la Tortuga.

La Tortuga no dejaba de caminar y caminar; a paso lento avanzaba tranquila hacia la meta. Por otro lado la Liebre, corrió tan rápido que en cuestión de segundos, dejó muy atrás a la Tortuga. Cuando la Liebre ya no podía ver por atrás a la Tortuga, deicidio echarse una siesta.

Tras un rato de sueño, la Liebre despertó y cuando vio por atrás, no veía aún a la Tortuga, pero al ver hacia la meta, la Tortuga estaba muy cerca de la Final. En un intento desesperado, la Liebre intentó correr lo más veloz que pudo, pero la Tortuga llegó primero y ganó.


Moraleja
Con seguridad, constancia, y paciencia,
aunque parezcamos lentos,
siempre lograremos el éxito.
Recuerden, poco a poco,
se llega muy lejos.
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